Leyendo el artículo "Inmigrantes digitales vs. nativos digitales" basado en el libro "La migración digital" de Lorenzo Vilches me vino un total cuestionamiento respecto a mi postura frente a la tecnología. Más allá del uso -que por cierto ya es adictivo- me cuestioné la forma en que yo pertenezco a ella, participo en este blog y proyecto identidad. Les sugiero que lean el artículo que está muy interesante, y luego sigan leyendo para que sepan a qué me refiero.
Me considero una "mediadora tecnológica intergeneracional" ¿por qué? Para empezar, no soy nativa en ningún caso ya que en mi época escolar ni se hablaba de Internet (o yo no me enteraba) y en mis años de universidad -y me atrevo a decir en los últimos años- teníamos acceso a una Internet lenta y fallida, donde la hora (1 hora) que teníamos disponible para cada alumno se nos iba en esperar la conexión y visualizar en la pantalla frecuentemente el mensaje "No se puede mostrar la poágina". Recién el año 97 conocí lo que era el correo electrónico. Y si voy a las cifras, el artículo refiere a que los inmigrantes tienen actualmente entre 35 y 50 años. No estoy en ese rango y tampoco me siento inmigrante.
Alejandro Piscitelli, el autor del artículo, afirma que la distancia entre ambas generaciones sería infinita y "la posibilidad de comunicación y de coordinación conductual se vuelve terriblemente difícil, sino imposible, a menos que existan mediadores tecnológicos intergeneracionales". Pues bueno, por eso me siento "mediadora" porque creo que no le tengo miedo a la tecnología, no tengo temor a equivocarme y siento que puedo ser colaboradora en este vacío generacional entre nativos e inmigrantes. La forma en que lo hago es incitando a otros a crear sus propios blog y siendo optimista en que la brecha generacional se va a ir acortando en la medida que todos ayudemos a ello.
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